domingo, 11 de octubre de 2020

Nippur

 

Corrían los años 90, si había algo que yo deseaba con todas mis ganas era viajar a Mendoza. Contaba los días que faltaban para partir hacia allí y ver a mis abuelos, a mis tíos, a mis primos y a toda la gente que extrañaba mucho por vivir en otra provincia. Una vez que llegaba a la casa de mis abuelos había ciertas rutinas inevitables, ceremonias especiales que realizaba cada vez que iba y que no quería que terminaran nunca. Una de ellas era leer las revistas que mis abuelos tenían en la mesita del televisor, había muchísimas allí y de todo. La mayoría eran revistas dominicales que venían con el diario, llena de cholulajes y recetas de cocina, pero siempre con alguna nota de animales, películas o algún hecho histórico interesante. Entre esa pila de revistas había dos de ellas muy especiales, dos números de antologías de historieta argentina ( Fantasía o Nippur magnum, no recuerdo) que perduraban en esa mesita año tras año, yo llegaba, las buscaba y siempre las encontraba, año tras año, las mismas dos revistas. Y sabia que siempre estarían allí esperándome. Las leía una y otra vez. Entre las historias que incluían esas revistas había un personaje que me cautivaba mas que los otros: Nippur de Lagash. Mi preferido. Lo cierto es que releí mil veces esa historia de Nippur de Lagash en mi niñez, era tan emblemático de mis viajes a Mendoza como mis visitas a mis familiares y las tortitas raspadas con te. Pero el tiempo pasa, lógicamente, y aquello que creemos eterno se va un día sin que nos demos cuenta. Y mis abuelos y muchos de mis familiares de esa época no estuvieron mas, y Mendoza siguió allí, aunque diferente, y un día esa historia de Nippur también desapareció, nunca la volví a leer, nunca pude recordar su titulo como para buscarla en Internet. ¿ A que viene todo este relato? Hoy estaba leyendo un cómic, la serie en tomos que planeta saco recopilando todas las historias de Nippur, y de repente, al voltear una pagina, me encuentro con " El regreso de Harim"..y la cabeza me estallo en mil pedazos. Inmediatamente reconocí la historia a medida que la leía, todo aquello que creía haber olvidado me volvió a la memoria, cada dibujo, cada dialogo, pero lo mejor fue esa nostalgia que me invadió completamente. Cada dialogo me devolvió a mi niñez, a esos olores , a esas voces que ya no escucho, a ese mundo que añoro.... Una historia puede ser mucho mas que una palabra y unos dibujos. Ahora diganme que solo es una historieta, diganme que no me reencontre con mis abuelos y mis tíos.

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miércoles, 22 de julio de 2020

La jaula invisible

jaula abierta-concepto de libertad


 Se sentía bien esa mañana.

Conducir por la ruta a las nueve de aquel día lo relajaba, y más cuando el sol brillaba de esa manera. El olor a pasto húmedo se colaba por la ventanilla apenas baja y la suave voz de Lennon en la radio generaba un ambiente de paz que contrastaba notablemente con el de su vida habitual. El lugar de donde venia rebalsaba de burocracia, negociados, discusiones e intereses y el lugar hacia donde se dirigía era exactamente igual, de manera que ese viaje era un momento de solaz en medio de la tormenta. Venia del bullicio e iba hacia el bullicio.
Si bien no era fanático de los autos y no se sabia ni el modelo de su vehículo le gustaba conducir, sentir la ruta. En cierta manera el auto era su mente, que viajaba velozmente dejando su cuerpo atrás y haciéndolo flotar en un mundo de indecisión y placidez. Lo único preocupante en ese momento era la tenue niebla que le desteñía un poco los colores del día, pero era el zumbido de un mosquito, apenas perceptible.
Mientras avanzaba la mañana comenzó a refrescar así que subió la ventanilla, lo que hizo que los acordes de “Woman” se escucharan mucho mas claros y odiara un poco a john lennon por ser capaz de generar tanto en un oyente. El había querido ser escritor, compositor, cantante, músico, dibujante..ser capaz de inspirar a los demás, de estimularlos, pero nunca había podido. Y ya lo tenia asumido.
Se preguntó si habría alguna forma de extender este momento de paz.¿Acaso era natural vivir como vivía?¿ Corriendo todo el tiempo?¿ Discutiendo con otros conductores? ¿ Con los maestros de su hijo? ¿Con su mujer? ¿Con la AFIP? ¿Con los peatones? ¿Con quien fuera que se atravesase en el camino? ¿ A nadie más le molestaba el funcionamiento el mundo?
A veces creia que nunca iba a ser feliz , que no pertenecía a ningún lado, o que aun no encontraba su lugar. Lo que mas bronca le daba era la extraña capacidad del mundo para encorsetarlo, encerrarlo en su estructura y no dejarlo mover ni un milímetro de ahí. O quizás su furia era consigo mismo, por no poder romper con esos esquemas, por dejarse arrastrar por la corriente sin tener ninguna excusa mas que su propia debilidad. Y sin embargo le iba bien en su vida, se adaptaba fácilmente y eso le molestaba de sobremanera: la incapacidad de vivir según sus propias reglas, su facilidad para amoldarse a los demás.
Poco a poco la niebla se empezaba a dispersar y la ruta era cada vez mas visible. Lo lamentaba, porque ahora el andar del auto era mas rápido y ya nada le impedía acelerar y acortar este tiempo de relax. Entonces se dio cuenta: no quería llegar. Se reconocía en ese limbo existencial, se veía mas autentico allí que en cualquiera de los dos extremos, su vida estaba ahí. Si hubiera alguien con él en ese momento le cuestionaría su pensamiento, le diría que era ridículo detenerse y no llegar donde lo esperaban. Le exigirían que por lo menos volviera a su lugar de procedencia, que lo esperaban también para retomar su rutina robotizante, que lo necesitaban. Pero el solo esbozaría una sonrisa y nada más, no lo entenderían..
Decidió desviarse del camino,pero no tomo una calle lateral sino que abandonó directamente la ruta. Su vehículo dobló a su derecha dejando el asfalto y atropellando el alambrado que cercaba el campo al costado del camino, lo arrastró unos metros hasta que finalmente se desprendió con el guardabarros y todo y se quedo allí inerte, pero el auto siguió. Avanzó indetenible hacia el horizonte mientras las vacas, sin entender nada, corrían en todas direcciones y él chocaba otro alambrado arrastrándolo también varios metros y dejándolo tirado , el vehículo seguía y seguía.
Miró el nivel de combustible y pensó: “ tengo para muchos kilómetros”, mientras reía y se liberaba de reglas, de límites, de esa jaula hecha de principios y códigos que no era solida, pero si infranqueable, al menos hasta hoy. Decidió seguir hasta que el auto no quisiera mas. Después? Después vería, que la sociedad le reprochara algo, que lo acusaran y lo maniataran de vuelta, que importaba. Ahora se sentía pleno, volaba con el viento.
Era feliz.

martes, 21 de abril de 2020

Ante el oráculo

Oráculo egipcio, los diversos tipos de adivinación - WeMystic


¿Que es lo que me impulsa?
¿Hacia donde quiero ir?
¿Por que sueño constantemente?
¿Por que evito la realidad?
¿A donde va mi mente cuando desaparece?
¿Que paisajes recorre?
¿Que ve que yo no puedo?
¿Que descubre que yo no se?
¿Como llego a ese lugar?
Donde las certezas existen.
Donde los deseos impulsan y no paralizan.
Donde las ideas encuentran su realidad.
¿Por que se es mas libre cuando se cierran los ojos que cuando se abren?
¿Que estamos esperando?
¿Que estamos buscando?
¿Porque no entendemos las cosas mas simples y si las mas complejas?
¿Por que las respuestas de los demás no me sirven?
¿Las debo buscar por mi cuenta?
¿La sola pregunta me impulsa?
¿Se puede soportar no responderlas nunca?
¿Dejar de arder es una opción?
¿Seria eso vivir a ciegas?
¿Valdría la pena?


sábado, 22 de febrero de 2020

En la parada





Lugar: berutti y la costa
Situacion: una pareja espera el  colectivo, la parada está en una esquina frente al mar y no hay ni un sólo reparo del viento helado que realmente  llega hasta los huesos. Me  siento en unos troncos detrás de la pareja mientras los miro...la mujer está sentada con un balde blanco  a sus pies, dentro alcanzo a ver trapos,  jabón y una esponja  todavia humeda ,el frío se le nota en la cara. El hombre  intenta hablarle a una pareja que pasa pero  pasan de largo, o no lo escucharon o lo ignoran.  Entonces del edificio detrás mío sale un hombre  de saco azul y su hija, tiene unos siete años, su pelo marrón cae recto sin una sola onda  sobre sus hombros. Ambos estan abrigados  y sonríen  mientras juegan  a quien sabe que. El caballero de la parada los aborda y esta vez lo escucho claramente: le pide un cigarrillo. El hombre del saco azul asiente, mete su mano en el saco  y saca uno, le ofrece  fuego pero no hace falta y agradecido el hombre lo enciende y se va  con su señora . El hombre de azul mira a su hija y le dice:
"- Siempre que alguien te pida algo, vos dale, siempre. " le dice  con tono firme.
-Y si no tengo?  Pregunta la niña.
- Entonces no, pero si tenes siempre hay que dar.
Que se yo...es reconfortante escuchar ciertas cosas.